En esta columna me enfocaré en los hechos que han llamado la atención los últimos meses, en relación a ¿qué ha sucedido en lás últimas décadas? que existen generaciones de jóvenes tan ideologizados, llenos de odio y con ganas irrenunciables de romper el sistema. Desde nuestro sector: ¿Quién es el enemigo? Podemos seguir culpando indefinidamente a la izquierda marxista, revolucionaria, esa que lucha por llevar a la clase proletariada al poder. La que pregona sobre los bienes de producción y la esclavitud ante el capital, ese comunismo que desde la II Internacional, tomaba de Marx el materialismo histórico, ese marxismo de tinte científico que era capaz de afirmar que tenían o podían fabricar las herramientas para proyectar la caída del capitalismo, la daclave del sistema, el rompimiento del mundo como lo conocemos. Pues, estos postulados son los causantes del mundo que tenemos hoy, o debemos repasar la historia intelectual, y detenernos en nuevos escenarios, impulsados desde Lukacs y Gramsci, la Escuela Crítica de Frankfurt, con Habermas, Adorno y Horkheimer, hasta el mayo 68` de Foucault, Derrida y Boudrillard, considerando que el tema en más profundo, al punto que se deben considerar otras variables como la revolución Molecular de Guattari, el capitaliso y esquizofrenia de Deleuze, hasta los postulados teóricos del “imperio” de Negri y Hardt.
Para entrar en contexto, me referiré a varios artículos de Adriano Erriguel publicados por el sitio www.elmanifiesto.com titulados: “Deconstrucción de la Izquierda Posmoderna”[1], donde el autor plantea una nueva tesis, que abre un nuevo paradigma de discusión, la izquierda posmoderna no está interesada en la revolución económica de antaño, la nueva izquierda se mueve en el plano cultural, ya no va al combate con la hoz y el martillo, sino que baraja las cartas del poder por medio del juego del lenguaje. El autor nos invita a entender el nuevo panorama de la discusión política en torno al poder, y buscar dónde está el verdadero enemigo.
Lo primero que debemos considerar, como señala Erriguel, “Toda lucha por la hegemonía política comienza por una definición del enemigo”, y es evidente que en el juego político la ética y la moral escasean, por tanto, buscar ápices de neutralidad es tanto como buscar unicornios. De lo que se trata es capitalizar el recurso emocional, apoyándose por ello en los discursos melancólicos y populares, aquél recurso retórico que se dirige a la galería y a la masa, con ello llevando al oponente político a un “terreno de juego amañado”, es decir, a un lugar de privilegio, cómodo que se ha preparado entretejiendo las trampas argumentativas del discurso, porque quien haya determinado los códigos lingüísticos gana la partida. Pues, siguiendo el razonar del autor, la hegemonía consiste precisamente en un juego de poder, en ese juego en que armamos escenarios teatrales para jugar un juego de roles, donde el discurso y el uso lingüístico son las mejores armas, por eso, podemos afirmar en última instancia que el juego de poder, por tanto la hegemonía, no es otra cosa que un juego lingüístico. A modo de ejemplo, hace referencia al famoso artículo de John Fonte, publicado en Orbis en 2002, donde el politólogo a bautizado de “Progresismo Transnacional”[2], el actual pensamiento hegemónico, donde todo aquel que se enfrente a su “visión mesiánica del futuro”[3], será atacado despiadadamente con tal de reducir todo su discurso a una nada, y este ataque será articulado desde la ya conocida estrategia ad hominem, pues será tildado con diferentes adjetivos, dentro de los más recurrentes tendremos las denominaciones de <reaccionario>, <ultraconservador> o <populista>.
Como se puede apreciar, el lenguaje es determinante para este juego de poder en la política hegemónica actual, tiempos en que la ideología está más presente que nunca, pero presente en la “imposición de un lenguaje extremadamente ideologizado”, y avalado por todo el aparataje de poder e instituciones de diversos colores. Pues, aunque cueste creerlo, por su invisibilidad debido a la “omnipresencia” y omniabarcadora dimensión del lenguaje, existe, y además existe como instrumento de control de la sociedad, como señala Erriguel: “El control comienza siempre por el uso de las palabras”.
Como una manera de ilustrar a qué nos enfrentamos, el autor propone una lista de palabras claves – keywords-, que entendiendo como son usadas, nos dan una tremenda bofetada de realidad y una muestra de como se mueve el enemigo. En un intento de ordenar el esquema, presento el siguiente cuadro:
Sentido de Uso |
KeyWord |
Observación |
Sentido Reasigando o usurpado |
Tolerancia Diversidad Inclusión Solidaridad Compromiso Respeto |
Términos usados habitualmente por grupos de poder, como el frente amplio, partido comunista, opinólogos y periodistas idiologizados. |
Palabras Fetiche |
Sin papeles Nómada Activista Indignado Mestizaje Las Víctimas Los Otros |
Promocionados como objetos de adoración. |
Términos Institucionales |
Gobernanza Transparencia Empoderamiento Perspectiva de Género |
Santo y seña de la súper-clase mundial. |
Los Hallazgos |
Zonas Seguras Acción Afirmativa Antiespecista Animalista Vegano |
Uso de corrección política |
Ideolecticos Universitarios |
Constructo Social Heteropatriarcal Interseccionalidad Cisgénero Racializar Subalternidad |
Se usan con pretensión “Científica”. |
Eufemismos destinados a suavizar verdades incómodas |
Flexibilidad (A) Movilidad (A)) Reformas (B) Humanitario (C) Filántropo (D) Reasignación de Género (E) Interrupción Voluntaria del Embarazo (F) Post-Verdad (G) |
(A) Usada para endulzar la precariedad laboral. (B) Para designar los recortes Sociales. (C) Intervención Militar (D) Especulador Internacional (E) Mejor que decir: “Cambio de Sexo” (F) Mejor que decir: “Aborto”. (G) Información que no sigue la línea oficial. |
Palabras Policias (blanket words[4]) |
Problemático Reaccionario Nauseabundo Ultraconservador Racista Sexista Fascista |
Cumplen la función de paralizar o aterrorizar al oponente. |
Lenguaje de las “Fobias” |
Xenofobia Homofobia Transfobia Serofobia |
Buscan convertir en patologías todo aquellos pensamientos que chocan con el código de valores dominante. [5] |
Palabras “Tabú” |
Patria Raza Pueblo[6] Frontera Civilización Decadencia Feminidad Virilidad |
Aquellas que denotan realidades arcaicas, inconvenientes y peligrosas. |
Sistematizando este uso de las palabras, se puede comenzar a hablar del “newspeak de la corrección política” nos dirá Erriguel, toda vez que al menos podemos señalar dos características fundamentales; por un lado, este “nuevo discurso” se hace viral por el mainstream mediático; y por otro, funciona como un código o modo de aval de la ideología hegemónica o dominante. Entonces, siguiendo el razonamiento, el objetivo claro del nuevo-discurso, no es otro que “determinar los límites de lo pensable”, de ahí la importancia de imponer la construcción de un relato, de un uso nuevo del lenguaje, de una significación de las palabras, ya sea para deconstruir la realidad conocida de las cosas, o ya sea para construir una realidad distinta de la anterior, para sus fines o propósitos, en última instancia, quien define los significados, tendrá el “monopolio de la palabra legítima”. Con esto, cualquiera que desee y se atreva a darle batalla al “pensamiento único”, se enfrentará de entrada en el campo semántico del enemigo.
[1] En Chile han sido publicados en un solo volumen bajo el Titulo: “Deconstrucción de la Izquierda Posmoderna: del posmarxismo al neoliberalismo”, en 2019 por la editorial Ignacio Carrera Pinto.
[2] “Thus, it is entirely possible that modernitythirty or forty years hencewill witness not the final triumph of liberal democracy, but a new challenge to it in the form of a new transnational hybrid regime that is post-liberal democratic, and in the context of the American republic, post-Constitutional and post-American. I will call this alternative ideology “transnational progressivism.” This ideology constitutes a universal and modern worldview that challenges in theory and practice both the liberal democratic nation-state in general and the American regime in particular.”, John Fonte, Orbis, 2002. https://www.hudson.org/content/researchattachments/attachment/254/transnational_progressivism.pdf
[3] “Un mundo Postnacional de ciudadanía global, en el que una sola gobernanza mundial irá desplazando a las soberanías nacionales”. Erriguel, op.cit. pag. 9.
[4] Cfr. Orwell, George, The Principles of Newspeak. http://www.telelib.com/authors/O/OrwellGeorge/prose/NineteenEightyFour/appendix.html
[5] “Pensamiento que, inevitablemente, formarán parte de un <discurso de odio>”.
[6] Entendida no en uso Marxista, sino en términos de “Sangre y Pueblo” de uso Nacionalista.
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